lunes, 13 de diciembre de 2010

MORAL

MORAL
Se denomina moral al conjunto de creencias y normas de una persona o grupo social que determinará el obrar (es decir, que orienta acerca del bien o del mal —correcto o incorrecto— de una acción o acciones).
La moral son las reglas o normas por las que se rige la conducta de un ser humano en concordancia con la sociedad y consigo mismo. Este término tiene un sentido positivo frente a los de «inmoral» (contra la moral) y «amoral» (sin moral). La existencia de acciones y actividades susceptibles de valoración moral se fundamenta en el ser humano como sujeto de actos voluntarios. Por tanto, la moral se relaciona con el estudio de la libertad y abarca la acción del hombre en todas sus manifestaciones.
La palabra «moral» tiene su origen en el término latino mores, cuyo significado es ‘costumbre’. Moralis (< latín mos = griego ‘costumbre’). Por lo tanto «moral» no acarrea por sí el concepto de malo o de bueno. Son, entonces, las costumbres las que son virtuosas o perniciosas.
Los antiguos romanos concedían a las mores maiorum (‘costumbres de los mayores’, las costumbres de sus ancestros fijadas en una serie continuada de precedentes judiciales) una importancia capital en la vida jurídica, a tal grado que durante más de dos siglos (aproximadamente hasta el siglo II a. C.) fue la principal entre las fuentes del Derecho. Su vigencia perdura a través de la codificación de dichos precedentes en un texto que llega hasta nosotros como la Ley de las XII Tablas, elaborado alrededor del 450 a. C.
Los conceptos y creencias sobre moralidad son generalizados y codificados en una cultura o grupo y, por ende, sirven para regular el comportamiento de sus miembros. La conformidad con dichas codificaciones es también conocida como moral y la civilización depende del uso generalizado de la moral para su existencia.

Historia

La moral comenzó a ser enseñada en forma de preceptos prácticos, las Máximas de los siete sabios de Grecia, los Versos dorados (y otros) de los poetas de Grecia o bien en forma de apólogos y alegorías hasta que revistió carácter científico en las escuelas de Grecia y Roma.
Ocupa importante lugar en las enseñanzas de Pitágoras, Sócrates, Platón, Aristóteles, Epicuro y, sobre todo, entre los estoicos (Cicerón, Séneca, Epicteto, Marco Aurelio, etc.). Los neoplatónicos se inspiraron en Platón y los estoicos cayeron en el misticismo. Los modernos han profundizado y completado las teorías de los antiguos.[1]

Moral y Ética

Muchos autores consideran como sinónimos a estos términos, debido a que sus orígenes etimológicos son similares.
Sin embargo, en el ámbito de la filosofía se considera a la ética como la disciplina filosófica que estudia a la moral. Es decir, el uso que le ha dado la gente ha convertido a la moral en el objeto de estudio de la ética.
De ahí que podemos decir que una ética propuesta es el conjunto de normas sugeridas por un filósofo, o proveniente de la religión, en tanto que «moral» vendría a designar el grado de acatamiento que los individuos dispensan a las normas imperantes en el grupo social. En un sentido práctico, ambos términos se hacen indistinguibles y por ello se los considera equivalentes.
El matiz que las delimita está en la observación o aplicación práctica de la norma que entraña el mandato ético. Por ello, la norma ética siempre será teórica, en tanto que la moral o costumbre será su aplicación práctica.
Por otro lado la moral se basa en los valores que la conciencia nos dicta, a su vez, basado en costumbres aprendidas, por lo tanto, la moral no es absoluta o universal, ya que su vigencia depende de las costumbres de una región, de la misma manera que la ética tampoco tiene una validez absoluta al ser ambas imperativos categóricos.

Moral objetiva

Al conjunto de normas morales se le llama "moralidad objetiva", porque estas normas existen como hechos sociales independientemente de que un sujeto quiera acatarlas o no. Los actos morales provienen del convencimiento de que el actuar de un individuo siempre se realiza por ciertos fines y que todo el que hace algo, lo debe hacer con un fin, a menos que no controle su razón, como ocurre en variadas situaciones. Sin embargo, las realidades sociológicas sugieren que las personas suelen actuar por inercia, costumbre, tradición irrazonada o la llamada "mentalidad de masa".
Opuesto a esta postura de auto-justificación, está la aceptación, por parte del individuo, de su responsabilidad. Usando los valores morales, puede convertirse en el artífice de su propio destino, o de un mejor destino.
A lo largo de la historia, y de las diferentes culturas, han existido distintas visiones de la moral. Generalmente, la moral es aplicada a campos en los cuales las opciones realizadas por individuos expresan una intención relativa a otros individuos; incluso no miembros de la sociedad. Por lo tanto, existe una disputa académica sobre si la moral puede existir solamente en la presencia de una sociedad o también en un individuo hipotético sin relación con otros. La moralidad se mide también cuando la persona está sola, no siendo observada por nadie, por ejemplo, en situaciones donde se requiere tener mucha integridad.

Autonomía y Heteronomía

Una concepción de la moralidad puede tender hacia cualquiera de las posibles direcciones en un campo determinado. De hecho, existen morales que recomiendan ciertas restricciones sobre el comportamiento (heteronomía), así como existen morales que recomiendan una autodeterminación totalmente libre (autonomía) y una variedad de posiciones intermedias.

Inmoral y amoral

Dentro del concepto de "moral" surgen otros dos conceptos que son, cada uno a su manera, antónimos y que normalmente se confunden. Uno es el de "inmoral", el cual hace referencia a todo aquel comportamiento o persona que viola su propia moral o la moral pública. Esta persona estaría actuando de forma incorrecta, estaría actuando mal.
El otro concepto es el de «amoral», el cual hace referencia a las personas que carecen de moral, por lo que no juzgan los hechos ni actos como buenos o malos, correctos o incorrectos. La mayor defensa de la amoralidad la realizan los taoístas.
El taoísmo dice que la moral corrompe al ser humano, obligándolo a hacer cosas buenas cuando no está preparado y prohibiéndole hacer cosas malas cuando necesita experimentar para darse cuenta de las repercusiones de sus actos.[cita requerida] Todo lo «moral», según ellos, implica forzar la naturaleza del ser humano y es fruto de la desconfianza y el miedo a los demás, a lo que puedan hacer si no están sometidos al estricto gobierno de unas leyes que rijan su comportamiento.

La moral según la corriente filosófica

En cuanto al origen de las normas éticas, podemos citar el esquema siguiente:
  • Sociologismo' : Esta concepción defiende que las normas morales se originan en la sociedad y de ella reciben la fuerza y el vigor para imponerse a los individuos.
  • Marxismo: En su último escrito económico, las Glosas a Wagner, Marx comienza diciendo: «Yo no parto del hombre, sino de un periodo social dado». Con esto estaba significando que, según lo ha venido demostrado la historia como criterio de verdad, en cuanto a las distintas concepciones y formas del comportamiento humano, la ética no es una categoría social cuyos contenidos normativos sean de validez práctica (moral) absoluta, universal y eterna, como ha pretendido Kant con su imperativo categórico, sino que esos contenidos están sujetos al relativismo histórico de los distintos sistemas de vida que los seres humanos divididos en clases fueron adoptando en distintos períodos de su existencia como especie, desde que superaron la barbarie. Así, para Marx, hay una moral y un tipo de ser humano correspondiente a cada período de la historia, en tanto prehistoria del ser humano genérico liberado de toda necesidad exterior, natural o social, que es lo que se está gestando en la moral de los comunistas. Tal como sucede en la base o estructura material de la sociedad, donde los distintos modos de producción configuran sus respectivas formaciones sociales que hasta ahora han correspondido a otras tantas etapas o periodos del desarrollo de las fuerzas productivas, asimismo, las distintas superestructuras éticas, morales, jurídicas, ideológicas y políticas, fueron la expresión periódicamente cambiante de los intereses de las distintas clases dominantes al interior de cada una de las formaciones sociales que han venido configurando la progresiva periodización característica en lo económico-social, político, moral y cultural de los seres humanos a través de su prehistoria.
  • Historicismo: Esta posición proclama que, a lo largo de la Historia y según un ritmo variable, la sensibilidad vital de unas generaciones es sustituida por la de otras y, de acuerdo con este proceso, al mismo tiempo que unos principios cobran vigencia, otros desaparecen.
  • Teologismo: Esta corriente propugna que las normas morales tienen origen divino. Podemos encontrar una postura teológica, con relativa frecuencia, en los pueblos primitivos, por ejemplo, en Israel y su moral de los profetas: en Egipto y su moral de los faraones, etc.
  • Teoría de la ley natural: Existe una amplia pluralidad de teorías que fundamentan sus opiniones éticas y las normas morales en la ley natural. De entre ellas, sin duda alguna, la más importante es la teoría escolástica, según la cual todas las personas poseen una idéntica naturaleza, que es la naturaleza humana. Ésta guarda una profunda relación de orden con el resto de los seres y, sobre todo, con Dios.
  • Relativismo moral. Una postura filosófica que tiene mucha aceptación es la que acepta el relativismo de la moral, por lo cual niega la existencia de una moral objetiva, impuesta por la voluntad de Dios o por la vigencia de leyes naturales, sino que supone que se trataría de algo puramente convencional asociado a las diferentes culturas, creencias y épocas.
  • Objetivismo. Postura filosófica que afirma que la única forma de alcanzar la moralidad es por medio del uso de la razón y la aceptación de la realidad en forma objetiva, independiente de la percepción del ser humano.

MORAL SEGUN ESCOBAR VALENZUELA
La esencia del acto moral
El acto moral, podríamos definirlo diciendo que es el proceso mediante el cual un sujeto moral realiza un comportamiento susceptible de aprobación o condena, de acuerdo con normas comúnmente aceptadas, bajo un sentido moral (bueno o malo).
Por ejemplo:
- Cumplir la promesa de devolver algo prestado.
- Denunciar la injusticia cometida por un compañero.
Un acto adquiere el calificativo de moral cuando ha sido realizado en forma libre y consiente. De esta manera, la libertad es una condición fundamental y necesaria en la esencia del acto moral; pues, por ejemplo, el acto de un individuo que ha sido realizado bajo coacción interna o externa no cae en la esfera de la moral. Lo mismo podemos decir de los actos inconscientes. Frecuentemente se dice: las acciones de los niños (seres sin plena conciencia moral), no tiene calidad moral, pues ellos no saben lo que hacen.
Estructura del acto moral
a) Sujeto Moral: Es un individuo dotado de conciencia moral. Este sujeto no es un ente abstracto o ideal, sino un ser concreto, ubicado en una determinada circunstancia histórica y social. Por ello, también se le llama sujeto real.
b) Motivo: Es aquello que impulsa a actuar o perseguir determinado fin, nos estamos refiriendo a los motivos o intenciones de nuestros actos. Podemos decir que un mismo acto puede realizarse por diferentes motivos: buenos o malos, conscientes o inconscientes. Pero, en todo caso, los motivos inconscientes son desterrados del mundo moral, por lo que, el acto moral, se centrará solamente en los motivos conscientes del sujeto.
Se puede hablar de actos que son realizados con malas intenciones y cuyos resultados, a la postre, son exitosos y hasta juzgados como buenos.
Sin embargo, como estos actos no surgieron de una intención o motivación positiva, debemos clasificarlos como malos.
c) Conciencia: Anticipación del resultado que se pretende alcanzar. La conciencia del fin de da al acto moral el carácter voluntario.
El sujeto moral tiene capacidad para sopesar los alcances, las consecuencias, las secuelas que puedan traer consigo su acto moral y de esa manera poder prever con anticipación situaciones indeseables que en muchos casos pueden ser graves.
Cabe señalar que este momento del acto moral es de vital importancia para cualquier sujeto moral, puesto que todavía no se ha realizado efectivamente el acto, pudiendo así, orientarlo hacia un sentido más positivo. Por ejemplo, dos sujetos visitan a un amigo mutuo que está enfermo:
-  El primero espera que su visita reconforte y apoye moralmente a su amigo.
- El segundo, en cambio, espera que mediante su visita, su amigo –que es persona influyente-- lo tome en cuenta para procurarle un ascenso en la vida política.
d) Decisión: Es la capacidad para actuar por sí mismo. La decisión le otorga al acto moral su carácter autónomo y voluntario, ya que la decisión debe ser expresión de la propia voluntad y responsabilidad del sujeto, y no de una voluntad ajena (heterónoma).
Podríamos definir la decisión como la capacidad que tiene el sujeto para actuar por sí mismo, en concordancia con lo que cree es la mejor elección o alternativa.
e) Elección: La elección de un fin entre otros. Por ejemplo, denunciar la injusticia… puede tomar la decisión de denunciar y tener la satisfacción, no denunciar y tener remordimiento, o, ser indiferente ante la situación. La decisión implica una elección entre varios fines posibles. En un acto moral no siempre se pregunta: ¿Cuáles son los fines preferibles para llevar a cabo el acto? Un ejemplo de elección es “Una persona va a abrir una ventana porque siente necesidad de aire fresco; ningún acto podría ser más ‘natural’, más moralmente indiferente en apariencia. Pero recuerda que su acompañante es un minusválido muy sensible a las corrientes de aire. Ve ahora su acto bajo dos aspectos diferentes, dotados de dos valores distintos y tiene que hacer una elección. ¿Cuál es el fin adecuado: la satisfacción de un placer personal o la satisfacción de las necesidades del otro?”.
La elección viene siendo un elemento crucial. Como el hombre está condenado a ser libre, no se puede sustraer de la elección. Sólo que no hay una guía o norma necesaria que nos sirva de apoyo para realizar cada elección. La elección descansa en la pura libertad del sujeto.
f) Medios: Empleo de los medios para alcanzar el resultado querido. Por ejemplo, denunciar la injusticia… lo hace basándose en la verdad y la justicia sin humillar o culpar a otros. Los medios deben ser tan morales como los fines.
g) Resultado: El acto se consuma en el resultado del fin perseguido. Hay que tener en cuenta las consecuencias objetivas del resultado obtenido, o sea, el modo en cómo este resultado afecta a los demás. Por ejemplo, denunciar la injusticia… corresponde a un acto de justicia que está relacionado con el código mortal que rige a una comunidad humana determinada.
h) Las circunstancias: además de los elementos mencionados, se habla de las circunstancias como otro ingrediente del acto moral. El hecho de llamarse circunstancias no significa que carezcan de importancia para la valoración del acto moral.
Algunas circunstancias pueden ser indiferentes al acto moral considerando como tal, en cambio, otras resultan ser esenciales para calificarlo. “Algunas circunstancias –explica este autor— nada tienen que ver con la moralidad, por ejemplo el que uno envenene con estricnina o cianuro, que calumnie en inglés o en francés, que robe con la mano derecha o izquierda. En cambio, otras circunstancias si afectan la moralidad; por ejemplo, el que uno robe a un rico o a un pobre, asesine a un extranjero o a un amigo o pariente, tenga relaciones sexuales con una persona casada o soltera; dañe la reputación de otra persona en privado o en público; cargue precios exorbitantes para
Los alimentos en tiempos normales o cuando la gente se muere de hambre.
Requerimientos que debe poseer un sujeto para realizar un acto moral
a) Debe saber qué es lo que está haciendo.
b) Debe escoger ese acto por él mismo (libertad).
c) Debe ser el acto moral la expresión de un carácter formado y estable
d) El acto debe ser voluntario, manifestar una elección como expresión de la tendencia y disposición de la personalidad.
En realidad, el análisis del acto moral nos sirve de pauta para distinguir entre los actos responsables e irresponsables. Sólo los actos responsables, esto es, consientes y libres, caen dentro del dominio de la moral. Esto nos lleva a tratar un poco el concepto de “responsabilidad moral”. La responsabilidad moral puede definirse como la capacidad y obligación moral que tiene el sujeto de responder plenamente de los actos realizados, siempre y cuando éstos tengan su origen en un comportamiento libre y consiente.
Estructura del acto moral.
Es el mismo acto humano considerado en cuanto éticamente bueno o malo. Los actos humanos son aquellos que el hombre conoce y quiere hacer. La circulación de la sangre, el sentir dolor o placer son actos conscientemente queridos y a veces nos pasan desapercibidos. El dormir, en sí mismo, está exento de voluntariedad y de advertencia (cuando duermo no me doy cuenta de que estoy durmiendo). Sin embargo al hacer deporte es un acto del que nos damos cuenta y queremos hacer, pero sin embargo tampoco entra en el campo de la ética (desde el punto de vista de la ética no es bueno ni malo jugar fútbol) ¿Por qué? ,porque si decimos que el acto humano es el que se efectúa con advertencia y voluntad (libertad que decide), el acto humano moral es aquel donde la advertencia no consiste solo en darse cuenta de lo que está haciendo, sino de la relación que tiene ese acto con la ética. Por ejemplo, jugar fútbol no es malo, sin embargo si sería malo, y entraría en el campo de la ética, estar jugando un partido cuando el deber te pediría estar en tu trabajo o estudiando, o seria éticamente positivo el hecho de que estuvieras jugando un partido para recaudar dinero y ayudar a una familia pobre. Entonces cuales son los elementos que convierten un acto humano en acto moral. Dicho de otra forma: si todo acto humano está compuesto de múltiples elementos, ¿en cuáles de ellos está la clave de la moralidad?
 Fundamentalmente en tres:
 a) El objeto del acto: la acción que se realiza vista desde el punto de vista ético.
 b) Las circunstancias que lo rodean
 c) La finalidad que nos proponemos con el acto
 a.- El objeto. Tomemos, por ejemplo, una acción cualquiera: una mujer esta hablando con una amiga suya. Puede ser que este contándole donde fueron las vacaciones, que le este contando la belleza de las playas en que estuvieron, que le diga que se encontró con una amiga común y enseguida comience a contar sus defectos. Aquí la acción “hablar” tiene varios objetivos: contar experiencia vividas, describir un lugar, juzgar de otros, etcétera. Hay un objeto moral: la maledicencia, pues sabemos, que decir los males de otros es atentar contra su fama y su dignidad y eso es antitético; además si lo contado es mentira estamos bajo una calumnia o si es algo que yo he escuchado estamos bajo una difamación, el fundamento es muy sencillo, se esta destruyendo la fama de una persona. Se ve, por tanto, que la acción “hablar” puede tener puede tener varios objetos morales: mentir, insultar, difamar, calumniar, alabar, elogiar, agradecer, adular, etcétera.
 b.- Las circunstancias. Se refieren a:
 1.- Quien realiza la acción: no es igual que un juez dicte sentencia o que lo haga alguien que no tiene ninguna autoridad; en este último caso sería una mentira.
 2.- A quien se dirige: La desobediencia o falta de respeto al presidente de la república es más grave que el desacato a una persona cualquiera.
 3.- Que es lo que realiza: no es lo mismo robar 100 dólares sin que nadie se de cuenta que atracar un banco con una metralleta.
 4.- Donde: en público o en privado, en edificio del estado, etcétera.
 5.- Medios que se emplean: atracar con una pistola, uso de fraude o violencia, etcétera.
 6.- Modo: premeditación, alevosía, etcétera.
 7.- Cuando se realiza: faltar al trabajo un domingo no es malo, un lunes si.
 c.- El fin. Es la intención que se busca al realizar un acto. Por ejemplo, no es igual tratar a una persona cortésmente porque así me lo pide su dignidad humana que hacerlo para seducirla y aprovecharme de ella. Nunca un fin bueno justifica una acción mala.
 El principio general de todo acto debe ser hacer el bien y evitar el mal, y esto significara muchas veces pasar por encima del placer. De hecho, buscar el placer no es así un comportamiento amoral. El conflicto surge cuando se antepone la búsqueda del placer por el amor, al respeto a los demás, a la verdad, al valor de la vida, etcétera y, en definitiva, a la búsqueda del bien y a la erradicación del mal.

ENSAYO SOBRE MORAL EL SIGLO XXI
Considerando la situación en la que vivimos día con día en la que se puede ver claramente una crisis mundial de valores resulta necesario reflexionar un poco para darle  rumbo y sentido a nuestra vida y a nuestras acciones para así  lograr modificar esta situación actual que nos puede llevar al caos.
Es momento de realmente contemplar y analizar nuestro entorno para empezar a ser personajes activos y pro-activos de nuestra propia vida, capaces de desarrollar un criterio personal para actuar  conforme a lo que realmente creemos y pensamos es lo correcto.
Sin duda, lograr esto no es muy sencillo ya que se pueden confrontar dos aspectos muy importantes de una persona: la ética y la moral. Sin embargo, si analizamos bien cada uno de estos dos aspectos podemos ver que ambas se pueden o más bien se deben compaginar  para lograr el desarrollo y el crecimiento integral de una persona.

Resulta imposible separar la ética de la moral o viceversa, ya que ambas están ligadas con normas, valores y principios, sin embargo  la principal diferencia radica en que la moral señala las pautas de conducta a nivel sociedad, mientras que la ética personaliza cada una de estas pautas y bajo un criterio personal las juzga correctas o incorrectas. Bajo este esquema lo óptimo es que ambas concuerden para evitar entrar en crisis al no saber realmente como se debe actuar, pero desgraciadamente  esta no es la realidad.
Es por ello que es necesario que cada persona tome conciencia de su entorno   para desarrollar un criterio fundamentado en la realidad para actuar conforme a ello, siendo así una persona ética que respeta los principios morales establecidos aunque posiblemente no los comparta.
Desde mi punto de vista es muy valido que una persona no este de acuerdo con ciertas  pautas de conducta establecidos por la sociedad, pero creo que para poder vivir en armonía es necesario que exista respeto hacia la forma de ser, pensar y actuar  de los demás, sin tener forzosamente que compartir el mismo punto de vista o la misma percepción de las cosas.
Yo creo que en el momento en el cada uno de nosotros como individuos y como sociedad aceptemos que somos diferentes y que tenemos el derecho a pensar de manera distinta  se lograra una mejor convivencia en la que predomine el respeto y la armonía entre personas éticas dentro de una sociedad abierta a la diversidad de criterios pero no por eso carente de moral.
La filosofía operativa expone premisas que transcienden las bases teológicas e ideológicas de la moral tradicional porque alcanzan el dominio de la física cuando el comportamiento ante la Naturaleza es pensado desde el mundo de la energía.

Para alcanzar la armonía con la Naturaleza es necesario actuar conforme a una moral superior, cumpliendo con el designio para el cual fue creado cada ser dentro del sistema de la vida, la razón de ser de cada quien. Esto implica el posesionamiento mental dentro de la totalidad del cosmos, mediante la sublimación de los instintos.
Las normas de la moral superior están inscritas en la memoria de la Naturaleza a la cual se accede mediante el desarrollo de una atención especial que permite un estado de consciencia superior el cual constituye una guía para la interacción consciente con la Naturaleza.
La observación de los valores transcendentales de la vida describe las formas arquetípicas de la Naturaleza y alertan al ser humano a percibir las energías más sutiles de la vida que lo sintonizan en la frecuencia de otras formas de vida que marcan sus influjos sobre el destino.
Este macro cosmos que repercute en nuestro mundo interno, se ubica en el plano de lo físico, y tiene su portal en las emociones, la imaginación, el pensamiento y la voluntad. La Moral del siglo XXI también nos advierte contra aquella moral venable que endulza las situaciones, con ideales que no están conectadas con un secreto esencial de la vida: la realidad.
"La genuina moral corresponde a las pautas de armonización con el Universo y la Naturaleza, motivo por el cual el que observa cuidadosamente sus leyes siempre obtendrá el éxito, considerando éste, en el sentido magno, como el supremo logro evolutivo a que puede aspirar el hombre."
Frente a la creencia popular que sostiene que ser honrado no es rentable, Darío Salas afirma que “La Moralidad es una poderosa herramienta para ser exitosa en la vida”
JG

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